¿Cómo Preparar té de Jengibre?

El jengibre cuenta con múltiples beneficios para el organismo; es sano, ayuda a la digestión, reduce las probabilidades de padecer náuseas y posee un sabor que para muchos es exquisito, entre otros. Por esta razón, combinarlo con el té es una opción muy recomendable y sana. A continuación, te mostramos cómo preparar té de jengibre y todo lo que debés tener en cuenta.

Pasos a seguir para la preparación del té de jengibre

Aunque hay diferentes maneras que permiten variar el sabor y la intensidad, para preparar un té de jengibre correctamente tenés que seguir estos cinco pasos:

• Cortá la raíz a rodajas y pelarla de manera precisa con un cuchillo. Son exactamente dos rodajas de jengibre para cada taza de infusión. También (en caso de una alta demanda) podés preparar una cantidad considerable y embotellarla para ir tomando de a poco.

• Poné un cazo o cacerola con agua al fuego para que se vaya calentando. No obstante, podés utilizar un un hervidor de agua eléctrico dada su efectividad, como así también calentar agua en el microondas. Si elegís esta última, deberás controlar la temperatura ya que, si esta se excede, podría hasta explotar el vaso.

• Agregá rodajas de jengibre fresco al cazo o cacerola con agua y dejá que hierba lo máximo posible para apagar el fuego. Luego esperá 10 o 15 minutos hasta que tu infusión se repose. ¿Para qué? Para que el jengibre desprenda la totalidad de su jugo y, en consecuencia, puedas disfrutar al máximo de sus propiedades benéficas.

• Por último, decidí si tomar la infusión de jengibre caliente o en frío. También si preferís, o no, agregarles limón o miel.

Otras ventajas del jengibre

Además de contar con distintos modos de preparación con el objetivo de adaptarse a las necesidades y preferencias de cada persona, el sabor del jengibre puede ser menos o más fuerte según la concentración de sus propiedades. En este sentido, prepararlo con té (es decir, combinarlos) permite que sea aún más exquisito y hasta benéfico por las cualidades de este último.

Así, podés optar por preparar la infusión de jengibre con polvo. ¿Cómo se hace? Tenés que seguir el mismo procedimiento que te comentamos anteriormente, pero sumarle media cucharadita de raíz seca por cada taza de agua.

Cabe destacar que tanto el jengibre solo como el que está acompañado por té sirve para todas las personas. Sin embargo, se recomienda consultar a un especialista en caso de que estés embarazada, en periodo de lactancia o que padezcas otros inconvenientes.