¿Qué Hacer si me Cuesta Tomar Agua?

Pese a que beber entre 1. 5 y 2 litros de agua diarios resulta imprescindible para el funcionamiento del organismo y sus diferentes partes, hay quienes perciben una sensación de “me cuesta tomar agua” debido al control que implica cumplir con dicha exigencia. A continuación, te mostramos cómo resolverla para poder hacerlo sin inconvenientes.

Para empezar, es importante que bebas la cantidad de agua indicada pero no como una obligación, sino más bien por el hecho de ser consciente de los beneficios que posee, sobre todo a mediano y largo plazo. Así, los cinco modos más eficaces de tomar 1.5 o dos litros de agua cada día son los siguientes:

Agendar los tragos que tenés que ingerir

Más allá de tomar al desayunar, almorzar, merendar o cenar, es importante que ingieras tragos en diferentes momentos del día; por ejemplo, tres entre el almuerzo y la merienda y otros tres antes de la cena.

De esta manera, todos estos no se te olvidarán y, en consecuencia, lograrás alcanzar la cantidad ideal de 1.5 o 2 litros en lugar de 1.2.

Tomar al menos un vaso cada tres horas

En paralelo a lo anterior, no esperes a estar almorzando, merendando o cenando para tomar varios vasos de agua. De hecho, lo mejor es que estos se distribuyan de manera correcta y uniforme durante el día; más precisamente en las horas en que estás despierto.

Así, beber un vaso cada tres horas ayuda a lograr el objetivo y, claro está, a completar los 2 litros diarios.

Aprovechar el hielo para variar un poco la temperatura y hasta el sabor del agua

Aunque no lo creas, si al mediodía tomas agua natural y a la tarde le agregás hielo para enfriar el líquido tomarás -de alguna manera- un líquido distinto y hasta más agradable. Realizar aunque sea pequeños cambios en el agua te motivará a tomar una cantidad mayor.

Variar las diferentes comidas

¿Te pasó alguna vez de sentir que el agua se disfruta más, por ejemplo, con galletas que con medialunas? Bueno, saber que tenés que superar el litro y medio cada día implica dejar de lado lo monótono e ir variando. 

Además, si cada tanto te das un gusto y pruebas una comida exquisita que con agua se disfruta aún más, entonces podrás cumplir el objetivo.

Controlá la orina

No el estado, el cual suele ser lo más importante, sino la intensidad con la que vas al baño cada día a orinar y la cantidad. Se trata del parámetro más certero al momento de determinar si estás, o no, ingiriendo la cantidad de líquido adecuado.

No obstante, recordá que, si hacés actividad física, al sudar también perdés líquido. Por esta razón, sentir la necesidad de ir menos veces al baño no siempre significa una menor cantidad de líquido.

Si te cuesta tomar agua y hasta careces de una motivación para hacerlo, seguir estos consejos te ayudará no sólo a conseguirlo, sino también a efectuarlo día a día y durante un lapso de tiempo prolongado.