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¿Qué es el balance hídrico y cómo mantenerlo?

¿Qué es el balance hídrico y cómo mantenerlo?

El balance hídrico consta del vínculo estrecho entre la ingesta y la pérdida de líquidos, la cual tiene lugar de manera constante en el día a día a medida que se ingieren alimentos y bebidas y luego se realizan esfuerzos. El concepto proviene como tal de balance de materia y abarca diferentes intervalos de tiempo.

¿Qué representa e implica un balance hídrico?

La definición resulta suficiente para comprender por qué su seguimiento es tan necesario. Concretamente, el balance hídrico establece la capacidad que el organismo posee a partir de lo que se ingiere y lo que se elimina para transportar los nutrientes hacia los tejidos y los desechos a los órganos que se encargan de depurarlos.

A su vez, el balance hídrico influye en los mecanismos regulatorios de la temperatura corporal. ¿Por qué? Porque estos funcionan en gran parte a través de la evaporación del sudor sobre la piel. En síntesis, un buen balance te permitirá desenvolverte en el día a día con total normalidad. En caso contrario, padecerás un importante malestar cuya consecuencia se manifestará en dolores de cabeza, debilidad y otras patologías de salud.

La variación en los porcentajes de agua, otro aspecto clave

En todo lo que te comentamos, el agua que ingerís, como así también el porcentaje que se encuentra dentro del organismo posibilita el normal desarrollo de las diferentes funciones del cuerpo. 

No obstante, dicho porcentaje de agua varía según algunos factores; por ejemplo, la edad, peso y sexo de la persona. Concretamente, no es igual una mujer adolescente de 15 años y de menos de 45 kilos que un hombre de 30 que pesa 90. Cambia el metabolismo, el cuerpo requiere de otras exigencias y, por lo tanto, la misma cantidad de agua pasa de ser más que adecuada a muy insuficiente.

Porcentaje de agua vs cantidad de líquido a ingerir

De esta manera, tanto los porcentajes de agua como la cantidad de líquido que ingerís a diario (ambas están muy vinculadas) determinan en gran parte tu balance hídrico. Asimismo, lo más recomendable para mantenerlo bien es proporcionando estabilidad. ¿Cómo? Bebiendo siempre la misma cantidad de líquido o variándola adecuadamente y según las actividades que vas a realizar en una jornada.

En este sentido, recordá que tu peso corporal también debe mantenerse en los mismos valores ya que, en caso contrario, tu balance hídrico podría sufrir alteraciones. De todos modos, es muy importante realizarse estudios médicos al menos una vez al año con el fin de controlar los valores y descartar todo tipo de complicaciones que afecten a tu balance hídrico y, claro está, a tu salud en general.

Además, esto último permitirá efectuar el denominado cálculo del balance hídrico con la mayor precisión posible. ¿Cómo se obtiene? Cuantificando y sumando los flujos de entrada y salida de la cuenta y los de consumo y retorno. Aunque a veces carece de gran difusión y hasta parece poco relevante, este balance contribuye a tu bienestar.

 


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