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¿Qué diferencias hay entre el agua y el agua saborizada?

¿Qué diferencias hay entre el agua y el agua saborizada?

Cuando hablamos de agua o agua saborizada nos referimos esencialmente a lo mismo; es decir, al líquido que es considerado lo más sano y recomendable y que carece de gas y de otras propiedades. Sin embargo, el hecho de que contenga sabor (manzana, naranja, pera, etc.) le proporciona algunas diferencias.

Concretamente, el debate principal respecto al agua con sabor radica en qué implica que tomemos algo que tenga gusto a una fruta. Sin embargo, va más allá de eso.

¿Cuáles son las diferencias concretas entre agua y agua saborizada?

Una de las diferencias o cualidades de mayor repercusión es que el agua sola existe desde siempre. O al menos desde hace más de un siglo. En cambio, el agua saborizada se ha incorporado en los últimos años y cuenta con una cantidad de opciones y variantes cada vez mayor.

Así, las características y composición de un agua con sabor son las siguientes:

  • Está envasada y se comercializa en una botella muy similar a la del agua mineral clásica. De esta manera se vende como esta última, pero se aclara que posee un agregado de limón, manzana, naranja, etc.

  • Al agua se le añade aproximadamente 6% de azúcar y 5% de ácido cítrico. También puede haber jarabe de azúcar, correctores de acidez, antioxidantes y colorantes, entre otros

  • Los gramos de azúcar que contenga (la cantidad exacta dependerá sobre todo de la marca) es lo que exhibe la diferencia, más allá del sabor. Además, tiene más calorías

  • Consumirla implica tomar agua, sí, pero con azúcar y todos los ingredientes y agregados descritos, los cuales no existen en el agua mineral

¿Por qué el agua saborizada es mejor que un refresco?

Existen incluso aguas saborizadas con gas. Sin embargo, ni siquiera estas últimas son iguales a una gaseosa. ¿Por qué? Porque su cantidad tanto de azúcar como del resto de los ingredientes continúan siendo mucho menores. Es decir, marcan una diferencia respecto al agua clásica, sí, pero no le hacen perder la esencia.

De todos modos, si actualmente ingerís dos litros diarios de agua mineral y querés combinarla con la saborizada, tenés que sumarla, pero no sustituirla dado que los efectos positivos de la primera son únicos.

¿Existen alternativas de aguas con sabor que sean muy sanas?

Sí, aunque no serán idénticas al agua mineral, podés encontrar hoy en día las que carecen de azúcar o que presentan una reducción considerable de sus propiedades. Asimismo, está la posibilidad de prepararlas cada uno en su casa de manera casera.

Claro está que lo más probable es que, cuanto menos azúcar, ácido y antioxidantes contenga, menos sentirás el sabor a fruta que tanto te gusta.

En síntesis, el agua saborizada no es igual que la mineral y debés considerar sus propiedades y agregados. Sin embargo, es muy adecuada para tomar en diferentes contextos (por ejemplo, cuando te reunís con amigos o familiares) y, por sobre todas las cosas, mucho mejor que una gaseosa o refresco.


 


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