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El origen del agua tónica

El origen del agua tónica

El agua tónica es considerada el agua que combate la sed, debido a sus características y al efecto que produce una vez que la bebés.

Aunque carece de gran difusión y demanda, hay muchas personas (tanto jóvenes como adultas) a las que les gusta esta bebida. A continuación, te contamos el origen del agua tónica y todo lo que tenés que saber.

Su comienzo data, en realidad, de cuando era el agua carbonatada en el siglo XVII. Esta fue inventada por un relojero alemán llamado Johann Jacob Schweppe. Primero se comercializó como un producto medicinal (similar a lo que ocurrió con la Coca Cola) cuyo objetivo era tratar problemas digestivos.

El origen del agua tónica tal como la conocemos hoy en día

Aunque no está 100% confirmado, la responsable del origen del agua tónica actual es la condesa de Chinchón, esposa del Virrey del Perú, quien la llevó a España en 1640. Lo hizo tras haber salvado la vida de su marido con un producto hecho con corteza de árbol.

Así, el siguiente momento histórico tiene lugar en el año 1817, cuando Pelletier y Caventou, científicos franceses, descubrieron un método para extraer el compuesto de la corteza de la quinina. Casi de inmediato comenzaron a producirlo de manera más masiva y a venderlo como un medicamento para prevenir la malaria.

Para 1825, los oficiales británicos que se encontraban en India buscaron que la dosis de quinina fuese más placentera. Por ello intentaron cambiar un poco su sabor a partir de combinarlo con agua, azúcar, lima y gin. La idea parecía exitosa, ya que al poco tiempo se empezaron a vender botellas de agua de quinina endulzada y totalmente aptas para beber.

Fines del siglo XIX, el periodo clave para el agua tónica de la actualidad

La gran cantidad de colonias en áreas que estaban propensas a la malaria explica cómo o por qué el agua tónica carbonatada adquirió gran notoriedad y éxito. Asimismo, los holandeses y los británicos requerían de considerables cantidades de quinina. Como si fuese poco, surgió otro inconveniente: la sobreexplotación generó escasez de árboles, los cuales habían quedado casi al borde de la extinción. Esto generó que la quinina se volviera aún más valiosa.

Más tarde (cerca de la Primera Guerra Mundial) el desafío en ciertas regiones era encontrar nuevas fuentes de quinina; más precisamente, lugares donde poder producirla a gran escala para satisfacer las necesidades, en un contexto cuya demanda era cada vez mayor.

Así, lo que unos años después sería el agua tónica llegó a África, desde donde al día de hoy provienen algunas quininas. Y al igual que lo que sucede en Argentina, en la mayoría de los países no es un público mayoritario el que la consume. Sin embargo, sí es suficiente como para justificar su producción constante y oferta en diferentes supermercados y negocios.

Composición y beneficios del agua tónica

El contexto de la época del origen del agua tónica explica de qué se trata, más allá de cómo evolucionó y que ya no sirve 100% como medicamento. Su fórmula pasó de contener agua carbonatada y quinina a reducir drásticamente la cantidad de esta última y agregar azúcar o aromatizantes como limón, lima y yuzu, entre otras.

Cabe destacar que esta bebida brilla mucho bajo la luz ultravioleta debido a la fluorescencia natural del sulfato de quinina que también posee. Asimismo, sus beneficios son los siguientes:

  • Contribuye a una buena digestión, por lo que es ideal para acompañar con alimentos pesados

  • Ayuda a aliviar los calambres y dolores musculares

  • Disminuye el malestar que provocan la gripe y diferentes patologías

  • Funciona como un analgésico

El agua tónica no está recomendada para beber en grandes cantidades diarias, pero sí para, por ejemplo, dos veces por semana.
 


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