BLOG
Vitaminas para la piel: Qué Comer para Tener un Rostro Saludable
Existe una relación entre la alimentación y la salud de la piel, tanto en la prevención de ciertas patologías dermatológicas, así como tratamiento coadyuvante a la terapéutica médica. En Agua para tu vida, te contamos sobre las vitaminas para la piel que tenes que consumir para asegurar un correcto cuidado de este órgano tan importante que nos protege.
El Rol de las Vitaminas en Nuestra Piel
La nutrición en la actualidad trata de profundizar en la conexión existente entre la dieta y la salud para destacar el papel biológico que los nutrientes, como las vitaminas para la piel, pueden desempeñar en el organismo en general y en la piel en particular.
La piel es el órgano más grande de nuestro organismo y actúa como una barrera viviente que separa a éste del medio exterior. Posee múltiples funciones, incluyendo la protección frente a las agresiones externas, la termorregulación, la impermeabilización, la absorción de radiaciones ultravioleta, la producción de vitamina D, la protección contra los microorganismos patógenos, la defensa inmunológica del microorganismo y la detección de estímulos sensoriales. Es además esencial para mantener el balance hídrico del organismo. Aparte de contar con dichas funciones, la piel alberga un ecosistema de microorganismos dinámico y muy diverso. Factores modificables como la edad, la higiene, y la alimentación pueden influir en la salud de la piel.
Los organismos encargados de proteger la piel y el intestino se comunican a través del eje intestino- piel por lo cual, los cambios que se produzcan en uno de ellos repercuten en la salud del otro. La microbiota intestinal influye en la salud de la piel al producir ciertas sustancias que ayudan a regular la inflamación. Es por esta razón que es importante mantener una alimentación equilibrada para proteger la integridad de dichos microorganismos benéficos y así cuidar la salud cutánea.
¿Qué vitaminas para la piel son necesarias para mantener un rostro saludable?
La dieta es importante para mantener la salud de la piel. Una revisión de la literatura actual apunta a la promoción de una alimentación saludable haciendo hincapié en ciertas vitaminas que, analizaremos a continuación.
VITAMINA A
La vitamina A (retinol) es un nutriente esencial necesario en pequeñas cantidades para el normal funcionamiento del sistema visual, para el crecimiento y el desarrollo, para la integridad celular epitelial, para la producción de glóbulos rojos, para la función inmune y para la reproducción. Desempeña un papel en la prevención de enfermedades e infecciones microbianas de la piel, mientras que la deficiencia se asocia con un aumento de las mismas.
En el desarrollo del acné, los efectos a nivel cutáneo reportado para la vitamina A y sus derivados incluyen el control de la proliferación, diferenciación y apoptosis de queratinocitos, la reducción de la producción sebácea y la inmunomodulación, afectando de este modo los principales factores patogénicos del acné.
La causa primaria de la deficiencia de vitamina A es la ingesta dietética inadecuada, especialmente, con dietas de mala calidad o diversidad. Entre los alimentos fuente de vitamina A se encuentran los lácteos, la yema de huevo, pescados grasos y frutas y vegetales de hojas verdes, así como también aquellos de color amarillo y naranja que aportan betacarotenos, precursores de la vitamina A.
CAROTENOIDES
La piel humana, como órgano que delimita el cuerpo humano con el medio ambiente, está bajo la influencia constante de radicales libres, tanto externos como internos. Los carotenoides son conocidos por ser potentes sustancias antioxidantes que desempeñan un papel esencial en las reacciones de neutralización de dichas especies reactivas.
En condiciones constantes de dieta y estrés, la concentración de carotenoides en la piel permanece estable durante un período de tiempo considerable. Ciertas enfermedades como, por ejemplo, el resfriado común o fumar, así como también cambios en el patrón alimentario provocan una fuerte degradación de los carotenoides en la piel humana. A modo de ejemplo, una mayor ingesta de frutas y verduras, así como suplementos ricos en carotenoides, da como resultado una mayor concentración de carotenoides cutáneos, lo que puede proteger la piel contra el estrés oxidativo.
Es posible hallar carotenoides alimentarios en frutas y vegetales de color naranja, amarillo, rojo y verde. Entre ellos se puede mencionar a la zanahoria, naranja y otras frutas de color naranja (alfa y beta carotenos), tomate (licopeno), pimiento rojo (capsantina) y vegetales de hoja verde (betacaroteno, luteína).
VITAMINA C
La vitamina C es fundamental para la salud de la piel debido a su función en la estimulación de la síntesis de colágeno y elastina y la inhibición de la producción de melanina.
Es una vitamina que participa como cofactor de reacciones enzimáticas, mejora la integridad de la barrera epitelial, promoviendo la síntesis de colágeno y mantiene el estado oxidativo de las células, así como también protege contra las especies reactivas del oxígeno generadas durante la respuesta inflamatoria.
Las frutas cítricas (naranja, mandarina, limón, pomelo), kiwi, frutillas y vegetales de hojas verdes (brócoli, espinaca, acelga), pimiento verde, así como también aquellos de color rojo (tomate, pimiento rojo) contienen un significativo aporte de vitamina C.
VITAMINA D
La vitamina D se sintetiza a partir del 7-dehidrocolesterol en la piel. La deficiencia de vitamina D puede exacerbar la dermatitis atópica, mientras que se ha descubierto que la suplementación es eficaz en el tratamiento de pacientes con psoriasis debido a su regulación del AMPc y su capacidad para disminuir la inflamación y mejorar la cicatrización de heridas.
Un estudio realizado en adolescentes con acné y sin acné donde se comparó el nivel de vitamina D halló niveles más bajos de vitamina D en el grupo con acné respecto al grupo control. Esto permite observar la relación inversa entre el acné y el valor de vitamina D y el papel de la vitamina D en la patogénesis inflamatoria de las lesiones de acné.
Las principales fuentes alimentarias son los pescados grasos, yema de huevo, lácteos y alimentos fortificados.
Lectura Recomendada: Agua de Cúrcuma: 5 Beneficios Claves para tu Bienestar
VITAMINA E
La vitamina E es un potente antioxidante liposoluble, presente en mayor concentración en las células inmunitarias que en otras células sanguíneas, es uno de los nutrientes más eficaces conocidos para modular la función inmunitaria. También protege contra la degradación de colágeno y disminuye la inflamación.
Los alimentos ricos en vitamina E son los aceites vegetales (oliva, girasol, maíz), germen de trigo, frutos secos (principalmente nueces, maní, almendras y avellanas), semillas de girasol, palta, vegetales de hoja verde y alimentos fortificados con vitamina E.
Como se puede ver, el rol de la alimentación es determinante en la prevención y tratamiento de ciertas patologías cutáneas. El intestino alberga microorganismos responsables de mantener la homeostasis del eje intestino-piel. Si se rompe dicho equilibrio se desarrollan enfermedades dermatológicas como el acné, la rosácea, psoriasis entre otras.
Es por esta razón que, la alimentación, haciendo foco en aquellas vitaminas y otros micronutrientes que cumplen un rol protector para la piel, debe ser una estrategia paralela al tratamiento dermatológico y médico en general. En Agua para tu vida, sabemos que para realizar cambios saludables es importante consultar con un profesional de la salud para elegir alimentos y bebidas saludables ¡Conocé nuestros productos!
Sobre el autor: Lic. Yanina Stea
Lic. en Nutrición, MN 7967. Especializada en Nutrición digesto-absortiva, deportiva y Plant Based Diet (Universidad de Buenos Aires. Ex residente y jefa de Residentes del Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía). Nutricionista de Planta Permanente del G.C.B.A, Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía. Bs As, Argentina.