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¿Cómo es la meditación con agua?

¿Cómo es la meditación con agua?

La meditación es benéfica tanto para el cuerpo como para la mente, por lo que miles de personas creen imprescindible realizarla. Así, la meditación con agua combina dos aspectos cuya potenciación deviene en efectos aún más positivos. Por ello tenés que conocer de qué se trata, cómo llevarla a cabo y más.

Esto último radica más bien en el hecho de realizar meditación con los elementos de la naturaleza; en este caso preciso, el agua, que compone aproximadamente el 65% del total del organismo.

 Woga, la representación de la meditación con agua

El woga consta de una nueva modalidad de yoga, la cual funciona como complemento de rutinas de ejercicios fitness. También resulta ideal para rehabilitación y sesiones de fisioterapia. Relaja, fortalece la conexión con uno mismo y hasta permite tonificar el cuerpo y reducir las probabilidades de padecer una lesión.

Concretamente, meditar con agua, que es lo que se hace en el woga, mejora la concentración, lo que deviene en mayor creatividad, armonía y efectividad al momento de llevar a cabo cada tarea o trabajo cotidiano.

Cabe destacar que, más allá del yoga y sus modalidades, hay tres modos principales de meditar con agua:

  • En un entorno acuático; es decir, dentro de una piscina o fuente grande donde haya el espacio suficiente para estirarse y hasta sumergirse

  • Mediante la contemplación y visualización de una piscina o fuente de agua

  • Sujetar un vaso de agua lleno hasta la mitad, mirarlo fijamente y contar hasta 20 siendo muy consciente de lo que tenés en tu mano con el fin de conectarte lo más profundo posible

El sonido del agua, la clave para la mente

La mente es, de alguna manera, la que maneja el cuerpo, las emociones y hasta las acciones. Meditar con agua no implica necesariamente estar sumergido o dentro de una piscina o fuente, pero sí que estas se encuentren cerca para crear un entorno acorde.

El ejemplo más claro es el siguiente: sentarse en una piedra o asiento ubicado a metros de una cascada de agua. Aunque no llegues siquiera a mojarte un poco tenés que cerrar los ojos, concentrarte en ese sonido (el impacto del agua contra el suelo o cayendo por los bordes) y sentir cómo este entra y fluye por tu vientre, cabeza y pies.

Si permanecés así durante entre 10 y 20 minutos percibirás luego una gran relajación y descompresión de tu mente del estrés cotidiano. Asimismo, te recargarás de energía, canalizarás el estrés mucho mejor y te sentirás más preparado para continuar con tu rutina.

Como si fuese poco, la meditación con agua puede desarrollarse en un sitio donde abunda la naturaleza, lo cual resulta aún mejor. Por todo lo descrito, se trata de una práctica muy eficaz y cada vez más frecuente en jóvenes y adultos. 

Lic. Yanina Stea
Sobre el autor: Lic. Yanina Stea

Lic. en Nutrición, MN 7967. Especializada en Nutrición digesto-absortiva, deportiva y Plant Based Diet (Universidad de Buenos Aires. Ex residente y jefa de Residentes del Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía). Nutricionista de Planta Permanente del G.C.B.A, Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía. Bs As, Argentina. 


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